Hablando de identidad como distintivo y reconocimiento de una entidad (individual o grupal), ubicamos su movimiento (que no necesariamente es evolución) en distintas temporalidades.
Toda situación, persona, idea, empresa, producto, etc., posee una identidad y por supuesto las disciplinas no escapan a ella. Aterrizando esta idea al diseño ¿La identidad del diseño como profesión en qué etapa se encuentra? ¿Cuáles han sido sus movimientos? ¿En el margen de la postmodernidad cómo ubicar el diseño?
Dentro de los parámetros de la postmodernidad, donde se caracteriza lo efímero, lo reusable-reciclable, la insertidumbre, el movimiento, la obtención de satisfacción inmediata y la relevancia del aquí y ahora, ¿la identidad del diseño se está moviendo hacia esta tendencia? ¿El diseño en su función de identificar aspectos diferenciales en cada objeto /producto / servicio y potenciarlos, cómo es que se adapta a esta etapa?
martes, 26 de agosto de 2008
sábado, 23 de agosto de 2008
Lectura de la Identidad en la Cultura
Todo objeto, signo, situación e imagen es objeto de lectura. Cada persona tiene su propia lectura a través de lo que la define y distingue de los demás: su identidad.
Al hablar de identidad es inevitable pensar en la Cultura (Giménez, 2004) y se afirma que la cultura son todos aquellos rasgos que son compartidos por un grupo de personas y poseen cierta durabilidad. Pero lo maravilloso de esto es que cada uno sigue manteniendo su individualidad pues la cantidad de variables que constituyen cada identidad, que son infinitas e irrepetibles en combinación, siempre poseerán una lectura distinta de acuerdo a quien los aprenda. A final de cuentas al apropiarse de la cultura, de sus sistemas de significados, cada quien le dará su propia interpretación a partir de su biografía, su experiencia y vivencias, por lo que siempre la cultura será única vista desde la perspectiva individual.
La individualidad cada uno la construye en función de sus decisiones, aprendizajes y adopciones de cada situación que nos rodea en la vida. A través del entendimiento cada quien define su identidad, la va reforzando, la moldea y la perfecciona. La Cultura es uno de los principales agentes que influyen en la definición de esta personalidad, bajo estereotipos, estándares, ideas colectivas, que van delimitando la expansión de la identidad. Con este movimiento, la presencia de los medios toma fuerza en la masificación buscando un efecto inverso al de la identidad individual en la sociedad: la identidad global, que cada individuo se parezca cada día más al de junto perdiendo características propias y únicas.
Por eso es tan cuestionable hasta dónde llega una cultura, hasta dónde el individuo "pertenece" a ella por compartir características geográficas, históricas y sociales ¿qué tanto influye la cultura en la definición de una persona?
Ahora, llevando esta reflexión al campo del diseño, la ya reconocida área de "identidad" aplicada a empresas y organizaciones, realmente es lo que se dice ser? Considero que como diseñadores no "creamos" identidades, lo que hacemos es conocer, identificar y proyectar la esencia de cada empresa, generar un identificador, darle forma gráfica a su identidad para que sea conocida y reconocida. La identidad de cada empresa la crea ella misma, está conformada por un grupo de directivos y personal que buscan compartir rasgos al mismo tiempo que encontrar las diferencias con su competencia. Todo en función de un mercado que vendría siendo a la par, la cultura para la identidad.
Al hablar de identidad es inevitable pensar en la Cultura (Giménez, 2004) y se afirma que la cultura son todos aquellos rasgos que son compartidos por un grupo de personas y poseen cierta durabilidad. Pero lo maravilloso de esto es que cada uno sigue manteniendo su individualidad pues la cantidad de variables que constituyen cada identidad, que son infinitas e irrepetibles en combinación, siempre poseerán una lectura distinta de acuerdo a quien los aprenda. A final de cuentas al apropiarse de la cultura, de sus sistemas de significados, cada quien le dará su propia interpretación a partir de su biografía, su experiencia y vivencias, por lo que siempre la cultura será única vista desde la perspectiva individual.
La individualidad cada uno la construye en función de sus decisiones, aprendizajes y adopciones de cada situación que nos rodea en la vida. A través del entendimiento cada quien define su identidad, la va reforzando, la moldea y la perfecciona. La Cultura es uno de los principales agentes que influyen en la definición de esta personalidad, bajo estereotipos, estándares, ideas colectivas, que van delimitando la expansión de la identidad. Con este movimiento, la presencia de los medios toma fuerza en la masificación buscando un efecto inverso al de la identidad individual en la sociedad: la identidad global, que cada individuo se parezca cada día más al de junto perdiendo características propias y únicas.
Por eso es tan cuestionable hasta dónde llega una cultura, hasta dónde el individuo "pertenece" a ella por compartir características geográficas, históricas y sociales ¿qué tanto influye la cultura en la definición de una persona?
Ahora, llevando esta reflexión al campo del diseño, la ya reconocida área de "identidad" aplicada a empresas y organizaciones, realmente es lo que se dice ser? Considero que como diseñadores no "creamos" identidades, lo que hacemos es conocer, identificar y proyectar la esencia de cada empresa, generar un identificador, darle forma gráfica a su identidad para que sea conocida y reconocida. La identidad de cada empresa la crea ella misma, está conformada por un grupo de directivos y personal que buscan compartir rasgos al mismo tiempo que encontrar las diferencias con su competencia. Todo en función de un mercado que vendría siendo a la par, la cultura para la identidad.
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