Fornäs afirma que en las intervenciones y estudios culturales, las interacciones sociales son intervenidas por terceros elementos, estableciendo relaciones dinámicas entre los textos, sujetos y contextos con el objeto. Retomando la idea de Pierce donde existe un interpretante, un representante y un objeto, es que surge la semiótica de la mediación (lo sensible del texto) donde la representación y entendimiento del mundo se da a través de un elemento mediador, el cual inicia en la interpretación personal y genera significados.
La mediación no es un proceso lineal pues es la unión del texto con el contexto y el sujeto, dando como resultado la interpretación del mundo. El lenguaje es una mediación, la acción de hablar las cosas las hace presentes. Los significados textuales van más allá de las connotaciones personales y es aquí donde se establece que la comunicación nunca es pura, siempre habrán distintos filtros que intervendrán en su proceso de significación.
Por otra parte, la hibridación es un proceso inminente, no se puede evitar pues cada persona al darle su propia lectura a cada texto, es decir al interpretarlo y apropiárselo, es que mediante el empleo de sus códigos comunes e individuales genera textos nuevos reinventando el mismo elemento.
martes, 30 de septiembre de 2008
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