martes, 1 de abril de 2008
La Interfaz: una acción eficaz
Gui Bonsiepe afirma que para una acción eficaz dentro del diseño, se requiere de un usuario competente, una tarea y un utensilio que de solución, creando de este modo una conexión entre los tres para dar lugar a la interfaz. La interfaz hace posible la acción a modo de zona de acoplamiento estructural y cognitiva pues en un mismo objeto se puede estar informando, previniendo, persuadiendo o invitando buscando en todo momento la interpretación.
Mediante un proceso heurístico, al ir bocetando esta interfaz se va evaluando el proceso en si, a partir de valores preestablecidos, por prueba y error a través de distintas variables. El dominio de la interfaz dará lugar a la interacción.
En la acción eficaz, que se traduce al uso del diseño, pueden ir implícitas acciones como informar, identificar, aprender, decidir, interactuar, etc. La cultura y el contexto, se toman como elementos externos que influyen de igual manera en este proceso; de manera intríseca: la interfaz. Al tener al lector (o usuario) interactuando con el producto (mediante funciones estéticas-semánticas, técnicas y prácticas), se busca cumplir con un propósito (traducido a la acción eficaz).
Cada una de estas etapas o elementos llevan un fin común al interactuar a través de una interfaz: lograr la significación por reconocimiento, comprensión y usabilidad buscando la promoción del entendimiento de las personas.
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